Los fans de Bad Bunny recordarán el 9 de noviembre como el día más épico o catastrófico de sus vidas, dependiendo si estuvieron adentro o afuera del Estadio Azteca. Y es que después de meses de espera, el gran día para ver al conejo malo llegó, pero miles de fans nunca se imaginaron que el mejor día de sus vidas pronto se convertiría en una pesadilla.
¿Qué pasó en el concierto de Bad Bunny?
Horas antes de que iniciara el concierto, las redes sociales se inundaron de denuncias de personas que aseguraban que no los dejaron pasar porque su boleto era clonado. Con lágrimas en los ojos e inconsolables, varias personas relataron que una cantidad considerable de trabajadores del Estadio Azteca que comenzaron a romper boletos porque supuestamente habían sido duplicados o eran falsos.
A través de TikTok, Twitter y Facebook comenzaron a circular videos de las denuncias y los presuntos abusos del personal de seguridad y trabajadores.
El caos incrementó a tal grado que las puertas fueron cerradas, con la justificación de resguardar la seguridad de los asistentes y evitar el sobrecupo.
El concierto estaba previsto para las 10:00 pm y a las 9:45 pm así lucía el Estadio Azteca:
Afuera miles de fans esperaban un milagro que nunca llegó, el concierto arrancó y sólo les quedó disfrutar de la música por fuera del estadio.
No obstante, a pesar de todo el drama, los memes nomás no perdonaron:
¿Qué dijo Ticketmaster al respecto?
Pues bueno, luego del graaan despapaye que se armó, la boletera salió pidiendo disculpas, ofreciendo reembolsos y poniéndose a disposición de la Profeco para aclarar los sucesos.
¿Y la Profeco?
Ante la ola de quejas y denuncias, circuló nuevamente la acción colectiva en contra de ticketmaster que la Procuraduría Federal del Consumidor realizó en julio de este año, en la que convoca a todos los afectados a llenar un formulario y presentar los documentos pertinentes.
Asimismo, dio a conocer que la boletera deberá dar un informe detallado de lo ocurrido la noche del viernes y reiteró a los usuarios que realicen la denuncia correspondiente.
Sin embargo, el reembolso y la posible multa millonaria que pagaría la boletera no serán suficientes para reparar el daño de los fanáticos que se quedaron con las ganas de ver a su artista favorito. En redes circula la opinión de muchas personas que piden empatía, si bien el artista y el género no es del gusto de todos, la mala experiencia es algo que no se le desea a nadie.
¿Qué opinas?