Liborio Vidal intenta jalar y agarrar un segundo aire en su dilatada trayectoria política, aunque en el rostro ya se le nota la buena cantidad de rounds y sparrings acumulados. A diferencia de chavorrucos como Raúl Paz o millennials que aparentan mucha mayor edad como Renán Barrera, el buen ‘Libo’ ya tiene sus 60 años, aunque en sus redes sociales pareciera que tiene 15 o incluso menos. Un curioso caso de Benjamin Button digital: en cuanto abre sus redes sociales pareciera que se vuelve más joven e inmaduro.

Ahí lo vemos en la arena digital realizando movimientos de cadera y tirando golpes al aire, para tratar de “convencer” a los jueces – ciudadanos y de su partido – que todavía le queda pila. El buen Libo no ha dejado que desde su esquina tiren la toalla, él quiere seguir en la competencia. Por eso anda desatado en Facebook e Instagram organizando trivias y concursos. Y en Tik Tok ni se diga, porque ahí anda haciéndole la competencia Erika Buenfil y Victoria Ruffo con sus dinámicas y publicaciones, debe ser algo de las y los sesentones que en algún punto dejan de temerle al ridículo. Viejos jóvenes, citando a Allende; eso sí, con muchos datos móviles en su celular y ocurrencias al mayoreo.

Libo

Ahora bien, Liborio Vidal quiere que le digan el ‘Amigo’, aunque le quedaría mucho mejor el apodo del ‘Longanizo”, porque es de Valladolid y porque se sirve en varias presentaciones. Y es que el buen Vidal ya ha militado en el PRI, en el PRD, en el Verde, de nuevo en el PRI y ahora en el PAN (al menos, hasta el momento en que se escribe esta nota). Incluso dicen que en biología a los chapulines que son más saltarines que el promedio se les debería conocer como ‘liborium candidatum’.

El ex alcalde de Valladolid también gusta presentarse como empresario en cuanto tiene oportunidad, ya que es fundador de una tienda que vende aires acondicionados, colchones y línea blanca. Además, es un boxeador aficionado intentando que tantos rounds de sombra y a la sombra lo lleven a disputar esa pelea estelar que se le ha negado por muchos años.

Por Revuelta