Pero de lo que la gente no deja de hablar son de dos payasos que dejaron ver sus miserias durante los festejos. Uno, con un gran papel durante el torneo: Emiliano Martínez, deteniendo penales ante Francia, y también contra Holanda, en cuartos de final. Además, hizo una atajada al final del segundo tiempo extra que salvó a Argentina de un gol que hubiera significado otro subcampeonato. Total, fue elegido el mejor portero del campeonato, ¿y cuál fue su reacción? Ponerse el trofeo a la altura de la ingle, y hacer una mueca corriente y grosera. Contra Holanda, los argentinos se escudaron en el “ellos se burlaron antes”, pero aquí, ¿quién le hizo algo? A México lo multan por el “grito homofóbico” en un partido de eliminatorias, y a este tipejo, ¿qué le hicieron en la final del Mundial? Nada. Luego me dicen que la FIFA no tiene “otros” intereses.
Y al menos éste hizo algo destacado en la cancha. Porque Sergio Agüero, que se unió a los festejos de la albiceleste, no quiso dejar solo al apodado “Dibu” en sus celebraciones inmaduras y faltas de clase. Cierto, el “Kun” no fue llevado por su condición médica, pero aparentemente, ni el haber sufrido una experiencia de ese calibre lo hizo madurar. En uno de los tantos videos que salieron del vestidor de Argentina, hubo uno en el que se le vio burlándose de Eduardo Camavinga, el mediocampista francés de apena 20 años, que está luchando por hacerse de un lugar titular en el Real Madrid. Sergio: tiene 20 años, es campeón de La Liga y de la Champions, algo que tú nunca lograste; y es subcampeón del mundo, tú lograste eso hasta los 26 años. Cuando el video salió a la luz, tiraste la disculpa más intrascendente: “así es el humor argentino”. Aparentemente, el “humor argentino” es burlarse de los más jóvenes, toda vez que ya los venciste. Si alguno de los miembros de Les Luthiers viera esto, seguramente se avergonzarían.
No se nos olvide Rodrigo de Paul, mandando una “instrucción” por demás vulgar a los que dudaron de él. Y bueno, Martínez siendo Martínez: después de comerse cuatro goles Mbappé, tiene el descaro de cantar en el vestidor que “está muerto”. Ya en Argentina, se le vio con un bebé que tenía una máscara de Kylian, siguiendo con las burlas. Los jugadores argentinos nos habían “advertido” de este tipo de actitudes, lo vimos contra Holanda. Lo que pasa es que, contra Croacia, se toparon con unos verdaderos caballeros, y no tuvieron momento para sus marranadas. Pero apenas ganaron, nos recordaron porque son una selección tan difícil de despertar simpatía fuera de sus fronteras.
¿Moraleja de Qatar 2022? El dinero puede comprar sedes de mundiales, partidos, y hasta títulos. Pero valores como la humildad, la empatía y la educación, son inalcanzables para algunas personas. Ahora, sólo nos queda soplarnos otros cuatro años en lo que Francia vuelve a hacer campeón, y ojalá eliminen a Argentina en el camino, que el “Dibu” se coma once goles, y nueve sean de Mbappé.