Este año el equinoccio de primavera ocurrirá el 20 de marzo a las 15 horas con 24 minutos, cuando se podrán observar en su máximo esplendor los fenómenos arqueo astronómicos como la bajada de Kukulkán por la pirámide de Chichén Itzá o el ingreso de Kin por el Templo de las Siete Muñecas de Dzibilchaltún. Itzel Polanco, integrante de la Sociedad Astronómica de la UADY, informó que este año el equinoccio de primavera se dará el 20 de marzo a las 15 horas con 24 minutos.
Será este día que se observarán en su máximo esplendor los fenómenos arqueo astronómicos como la bajada de Kukulkán por la pirámide de Chichén Itzá o la entrada del Dios Kin por el Templo de las Siete Muñecas.
“Esta vez nos tocó este día, el 20 de marzo, y el equinoccio quiere decir que el día y la noche tienen la misma duración y acá en el hemisferio norte hablamos del equinoccio de primavera y en el hemisferio sur es equinoccio de otoño”, comentó.
Estos fenómenos de luz, por ejemplo en Chichén Itzá ya se pueden observar levemente desde febrero pasado, incluso, y tal vez un día después, el 21 que es cuando llega mucha gente, se pueda seguir observando de cierta forma.
“La forma en cómo vamos a percibir es que, si antes amanecía más tarde ahora será más temprano; la duración de la luz del día será igual que la de la noche; a algunos les funcionará a otros no, en cuanto a los espectáculos visibles el de Chichén o Dzibilchaltún y otros sitios arqueológicos y esos son los que más tienen espectáculos que se pueden ir a ver”, comentó.
Destacó que algo interesante es que los mayas observaron tanto el cielo que decidieron anotar todos los ciclos que se repetían año con año, los solsticios, equinoccios, que significaban algo para su calendario agrícola, para un cambio en el ciclo de gobierno, pero más que nada en su calendario agrícola.
“El día en que se presentará es el 20 de marzo, pero desde febrero se empieza a ver un poco, pero el 20, repito, se verá por completo el fenómeno y hasta el fin de mes. Incluso, en Chichén Itzá se puede observar en menor medida desde ahora, se podrá ver un día después y otros días, pero ya no es el equinoccio exactamente”, dijo.
Itzel Polanco explicó que la tierra está inclinada de manera natural respecto al plano de su órbita alrededor del sol, lo que se conoce como declinación, y por ello es que en un año la luz solar no llega igual a todos los sitios de la tierra. Pero en su trayectoria alrededor del sol a veces esta inclinación no da directo hacia el sol sino neutral y llega un punto en que una cara recibe la luz del sol por igual y la otra no; en este punto se llama equinoccio.
“Y mientras la tierra va avanzando y saliendo del equinoccio la inclinación vuelve a estar en un punto cercano al sol. En el hemisferio norte la inclinación se va haciendo más notoria y llegan las estaciones más calurosas y en la mitad sur de la tierra estarían en el punto más alejado de su inclinación del sol, por lo que están entrando ahora las estaciones frías del año, el otoño y cuando nosotros estamos en verano ellos en invierno”, expuso.