Revuelta

La Vero Farjat: a medio camino

A media ruta entre las valquirias (esas deidades nórdicas que elegían a los caídos en batalla) y las amazonas (las guerreras griegas que andaban a caballo), Verónica Camino llega montando desde Tizimín en su yegua “Alma Delfina” y con un tinte de cabello muy pero muy escandinavo. Cuentan quienes la han visto de cerca, que ese tono capilar es más níveo que las montañas de sal de ‘Las Coloradas’, y de preferencia es mejor usar lentes de sol en su presencia: ese Pantone ella lo trajo a Yucatán y tuvo que pagar en la aduana por exceso de brillo.

Así, haciendo camino, mientras come un potaje de lentejas, la ex candidata a la alcaldía de Mérida sabe que pudo haber logrado mucho más que ese insípido tercer lugar hace un par de años. Digamos que Verónica se quedó a medio camino, y eso le podría costar caro cuando se definan las siguientes candidaturas de cara al 2024.

Veronica

La Farjat, también, está a medio camino entre apoyar o no las causas feministas. Hace unos años cuando estuvo al frente del Centro de Prevención del Delito mencionaba la importancia de empoderar a las jóvenes, y ahora cuestiona a las víctimas de violencia por denunciar a ‘destiempo’. Un discurso muy frágil, como la paz y el orden en los videojuegos de Warcraft que tanto le gustan. Eso sí, la falta de consistencia ideológica la suple con estrategia y cambio de bando en cuanto la situación se pone difícil, como buena ‘gamer’.

Así lo ha aplicado en su trayectoria pública, pasando por varias agrupaciones hasta llegar a este último nivel, Morena, en el videojuego político en el que viene participando desde hace años. Todo indica que además de las consolas, a la senadora también le gustan los juegos de roles: ya que puede ser verde, roja, amarilla y guinda. El color es lo de menos mientras siga habiendo una vida extra. La pregunta es, ¿cuándo se le acabarán los créditos a la oriunda de Tizimín?

Aunque mucho ojo: la tizimileña es la más preparada académicamente en la caballada morenista, pues además de contar con una licenciatura, tiene maestría en Administración Pública y estudios de Doctorado en Gestión Estratégica y Políticas de Desarrollo. Es decir, cuando se pone en los controles es porque sabe hacia dónde y por dónde.

Salir de la versión móvil