Revuelta

Muerte masiva de abejas en la Península de Yucatán

Apicultores Mayas se pronuncian contra agrotóxicos a causa de la muerte por intoxicación de millones de abejas en las comunidades de Oxa y San Francisco Suc-Tuc, Campeche.

abejas
Imagen vía twitter @alianzamaya

El pasado 22 de marzo personas que se dedican a la apicultura en el municipio de Hopelchén, Campeche, específicamente de las localidades de Oxa y San Francisco Suc-Tuc, comenzaron a observar abejas moribundas en sus colmenas.

En conjunto con apicultores y comisarios ejidales, el equipo de abejas del Colegio de la Frontera Sur presentó un informe en el que afirma que se trata de uno de los casos más graves de intoxicación de abejas que se ha dado en nuestro país, pues hay 110 apiarios dañados, pertenecientes a 80 apicultoras y apicultores mayas y un total de 3,365 colmenas afectadas, lo cual se traduce en 13 mil 200 días de trabajo tirado a la basura y una pérdida económica de más de 12 millones de pesos.

Francisco García Manilla titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) de Campeche, culpó a los apicultores mayas por “colocar sus colmenas cerca de los cultivos” ya que aseguró que las abejas “vuelan al verde” y que era de esperar que esto sucediera.  

Mientras tanto la Alianza Maya por las Abejas Kabnáalo’on, afirma que han sido las agroindustrias las que llegaron a invadir las selvas y apiarios y no viceversa, además de que los propios cultivos también se benefician de la presencia de las abejas, pues son quienes en su mayoría, realizan las labores de polinización. El Colectivo de Comunidades Mayas también compartió un posicionamiento al respecto, en el que apelando a sus derechos humanos exigió acciones urgentes encaminadas a dar respuestas y brindar soluciones ante dichas afectaciones a la biodiversidad.

Cabe señalar que esta no es la primera vez que en la Península mueren abejas a causa de agroquímicos; en 2018, en Quintana Roo, millones de abejas murieron a causa de intoxicación por uso de estos químicos rociados en una plantación de chile habanero y más tarde en 2022 en el mismo municipio, volvió a suceder un incidente de este tipo a causa del mismo químico, pero está vez utilizado en una plantación de palma.

La muerte de estas abejas representa no sólo una fuerte afectación para decenas de familias, sino que además es un golpe ambiental que abona a la serie de ecocidios que atraviesa actualmente la Península de Yucatán.

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