Revuelta

Vandalismo no es, iconoclasia sí

Han pasado las manifestaciones del 8 de Marzo, el Día Internacional de la Mujer y es posible que muchos de los edificios a tu paso hayan sido intervenidos con pintas, pero en sí esto no se trata de vandalismo sino de iconoclasia y aquí te contamos de qué va.

Primero comenzamos con indicar por qué las mujeres salen a tomar las calles y es que en México cada día son asesinadas 11 mujeres al día de acuerdo con estadísticas oficiales y otras miles a diario son víctimas de alguno de los tipos de violencia.

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Una mujer toma una fotografía con su celular del retrato de la migrante salvadoreña Victoria Esperanza Salazar, asesinada por policías el sábado pasado en Tulum, Quintana Roo (México). EFE/Alonso Cupul

Por lo tanto, las mujeres salen a exigir un alto a la violencia de género y también el respeto a sus derechos humanos, como el hecho de decidir sobre sus propios cuerpos.

Como parte de sus exigencias algunos grupos ejercen acción directa contra monumentos, calles y edificios y esto tiene un nombre, se llama iconoclasia.

Te explicamos cuál es la diferencia entre vandalismo y la iconoclasia…por ejemplo, el vandalismo causa destrozos aislados a una propiedad sin un fin justificado.

Contrario a esto, la iconoclasia se refleja en la intervención de monumentos y edificios que principalmente representan alguna figura de autoridad o igualmente pueden ser propiedades privadas al paso de las manifestaciones, pero esto es con fines políticos e ideológicos.

Se distingue igual porque estas intervenciones las realizan movimientos sociales que tienen exigencias exactas, en este caso, el movimiento feminista busca que las mujeres vivan libres, seguras y sin miedo.

Es por eso que con cada pinta, le recuerdan al Estado la deuda histórica que hay con las mujeres y a la vez es una exigencia de un alto a la violencia machista.

De acuerdo con el artículo sexto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la manifestación en monumentos no es un delito. Por el contrario, se trata de un derecho civil.

“La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley”.

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