Después de ver lo que hizo Morena en las últimas elecciones del 2 de junio, podemos advertir de lo que queremos los mexicanos. Sin duda alguna, los operadores de Morena, la doctrina de Andrés Manuel López Obrador y la logística el día de la jornada electoral fueron certeros, y abrumador para los opositores.
México actualmente está pasando por una crisis política partidista. De los 7 partidos con registro ante el INE en 2024, 6 se agruparon para competir en el proceso: Morena-Verde-PT y PAN-PRI-PRD. El único partido que participó solo fue Movimiento Ciudadano. Hoy, el bloque opositor conformado por PAN-PRI-PRD se distancia de la escena electoral; no quieren saber más de los resultados ni de campañas políticas. Pareciera que después del huracán, las aguas están calmas en casa, sin embargo, a los dirigentes del PRIAN no los recibieron con los brazos abiertos.
Por un lado, en Acción Nacional, un grupo de militantes exige a Marko Cortés alternancia en la dirigencia, ya que, desde Manuel Gómez Morín en 1939, hace 85 años, el blanquiazul ha sido dirigido por hombres. Por otro lado, Alejandro Moreno, dirigente del PRI, quiere reelegirse por alguna extraña razón, encontrando fuerte oposición en sus deseos.
Las elecciones de este 2024 dejaron a la oposición como pequeños partidos satélites. El Revolucionario Institucional y Acción Nacional, que fueron grandes instituciones políticas y rivales ideológicos entre sí, se han transformado en minúsculos actores sociales. Según datos del PREP 2024, Morena obtuvo el 45% de los votos, sumando los votos del Verde y PT, resulta en un 59%; Acción Nacional obtuvo el 16%; PRD el 2%; el PRI el 10%, mismo porcentaje que Movimiento Ciudadano. Claudia Sheinbaum ganó por una diferencia de 31%, al igual que Andrés Manuel López Obrador en 2018, la pequeña gran diferencia es que Claudia compitió contra el verdadero y soberano PRIAN, curiosamente se materializó el discurso de AMLO, que en su momento fue criticado por las dirigencias del PRI y del PAN.
Actualmente, Morena y sus aliados, el Verde Ecologista y el Partido del Trabajo, gobiernan 24 estados, Acción Nacional 4, el PRI 2 y Movimiento Ciudadano 2.
Morena se solidificó como la gran fuerza política de nuestros tiempos, Andrés Manuel López Obrador como gran estratega político. La 4T hizo en 10 años, desde su registro antes el INE en 2014, lo que al PAN le costó 61 años para llegar al poder y 67 para suplantar al PRI como partido hegemónico y todo poderoso.
Morena se llevó el carro completo, dejando a su paso recuerdos nostálgicos de lo que fueron Acción Nacional y el Revolucionario Institucional. Hoy en día, lo mejor que pudieran hacer el PRI y el PAN es reinventarse completamente. Coincidiendo parcialemtne con los comentarios de una política priísta yucateca “cambiar el nombre y la imagen del PRI sería un suicidio con un balazo, haber propuesto la reelección de la dirigencia es un suicidio con pastillas”, tanto el PRI como el PAN están en terapia intensiva, lo mejor sería aplicar la eutanasia.