“Hubo muertos, no vieron los vídeos”, decía un usuario en Twitter, tras la trifulca en el estadio Corregidora en Querétaro. Otros hablaban del tema del conflicto entre Ucrania y Rusia, cuestionaban las noticias en medios “convencionales”: “Es CNN, es propaganda estadounidense”.
Esto es el pan de cada día en redes sociales, donde la información, cierta, falsa o a medias se va compartiendo y dándose como verdades absolutas.
Y no es para extrañarse, tras el confinamiento producido por la pandemia de la COVID-19, hubo un crecimiento exponencial de usuarios que se refugiaron no solo en sus casas, sino también en el internet.
Según datos del INEGI de 2015 a 2020 hubo un incremento de usuarios de internet que pasó de los 62.4 a 84.1 millones en tan solo 5 años.
Y tan solo de 2019 a 2020 fue de casi 10 millones de usuarios, justo en ese momento en el que estalló la pandemia.
Estos 84.1 millones de usuarios representan el 72% de la población actual de México y los dispositivos que utilizan para conectarse a la red son en su mayoría los smartphones con 96.0%, seguido de las computadoras portátiles con 33.7% y por último el televisor con acceso a internet 22.2 por ciento.
Esta información puede ser comparada con los datos que la misma encuesta arroja, acerca del acceso a la televisión en los hogares mexicanos en los que se identificó que el 76.6% de los hogares cuentan con acceso a un televisor.
Por lo que según el INEGI cerca de 71.5 millones de personas son usuarias de televisión, y en específico tienen acceso a televisión abierta.
¿Y entonces, por qué le creemos más al internet?
A esta disparidad de casi 13 millones de usuarios debe tomarse en cuenta la practicidad y facilidad en la que usamos el teléfono celular, lo tenemos con nosotros todo el día y se utiliza incluso para trabajar y como medio de entretenimiento.
La mayoría de los usuarios utiliza el teléfono además de comunicarse, para buscar información, para acceder a redes sociales y para entretenimiento. Además de que 47% de ellos lo utiliza para leer periódicos, revistas y libros.
Si contamos con que los grandes medios de comunicación se encuentran en internet y distribuyen su contenido en redes sociales, además de que los mismos usuarios generan contenido con respecto a lo que se está hablando.
Estos datos, aunados a la percepción de inseguridad que tienen los mexicanos sobre sus instituciones con un 75% de inseguridad según la Encuesta Nacional de victimización y percepción sobre seguridad (Envipe), hacen que el usuario que no sólo pase más horas en internet, sino que desconfié de los datos presentados por las autoridades oficiales, por lo que es más fácil creer en lo que se ve en internet, que en lo que es la realidad, un asunto que puede ser peliagudo en casos muy específicos.
Autor: Didier Ucán